martes, 10 de julio de 2007

Mariano Rajoy en la Asociación para el Progreso de la Dirección

En una conferencia en la Asociación para el Progreso de la Dirección. Mariano Rajoy propone menos impuestos para las familias con hijos y la gente que ahorre. Asegura que la economía española precisa un enérgico impulso que potencie su dinamización y su flexibilidad y, yambién, recuerda el aniversario del secuestro de Miguel Ángel Blanco y reitera que “la libertad y la vida no se negocian”

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha presentado hoy una reforma fiscal basada en el apoyo a la competitividad y a la familia, el fomento del ahorro y la orientación del sistema fiscal hacia los nuevos retos medioambientales, especialmente los relacionados con el cambio climático. Así, Rajoy ha propuesto modificar el impuesto de sociedades, reducir el tipo mínimo del IRPF al 12% y el máximo situarlo por debajo del 40%, suprimir los impuestos sobre el Patrimonio y sobre operaciones societarias, reducir el impuesto sobre actos jurídicos documentados y reformar el de transmisiones patrimoniales.

En un almuerzo coloquio organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección, el presidente del PP apostó por un Impuesto de Sociedades del 25% en tipo general y del 20% para las Pymes. Tendría, además, libertad de amortización de activos productivos por dos años, tablas de amortización actualizadas a una economía productiva que necesita renovación, y desgravaciones que fomenten la reinversión de beneficios y la innovación. Como medida de apoyo a la familia, propuso que la renta dedicada al ahorro y al cuidado de los hijos y ascendientes pague menos impuestos que la dedicada a otros fines.

Asimismo, Rajoy apostó por realizar reformas estructurales sobre dos principios: liberalización y unidad de mercado. “Nuestro país puede vivir muy bien con 17 Comunidades Autónomas. Lo que no puede es abrirse camino en un mundo globalizado con un coro de 17 voces, 17 regulaciones administrativas, 17 modelos educativos y 17 barreras interiores que atasquen las decisiones y arruinen el progreso”, añadió. En su intervención, Rajoy también defendió un Plan Estratégico de Competitividad que afecte y comprometa a todas las áreas del Gobierno.

IMPULSO ENÉRGICO

El presidente del PP aseguró que la economía española precisa un impulso enérgico que potencie su dinamización y su flexibilidad e insistió en que el Ejecutivo se equivocó al elegir sus prioridades. En este sentido, apostó por impulsar actuaciones que generen credibilidad y confianza para que los retos se conviertan en oportunidades. “Necesitamos otras prioridades, valentía para acometer reformas, ideas claras y un modelo de sociedad que premie tanto el mérito y el esfuerzo como la solidaridad”, afirmó.

En su intervención, Rajoy reconoció que la principal virtud del Gobierno en materia económica es no haber hecho “tabla rasa” como hizo en materia de agua, educación, consenso constitucional o lucha antiterrorista. “Tuvo el acierto de dejar las cosas de la economía como estaban. Pero se olvidaron de darle cuerda al reloj porque tenían la cabeza en otras cosas. La inercia no dura siempre, las cosas cambian y hay que adaptarse constantemente a las nuevas circunstancias”, afirmó.

En este sentido, advirtió que “no podemos hacer trampas en el solitario” y destacó que existen motivos para la preocupación y la actuación. Así, añadió que el modelo de crecimiento exige un replanteamiento a fondo para enfrentarse a los retos derivados de la globalización y advirtió del riesgo de la complacencia. “Necesitamos cambios profundos y estructurales, pero estamos ya a pocos meses de las elecciones legislativas y no confío en que el Gobierno afronte ahora lo que ha obviado en estos tres últimos años. Lo más que podemos esperar son algunos gestos espectaculares de fuerte carga electoralista como los que hemos visto en las últimas semanas”, aseguró.

Entre los retos a afrontar, Rajoy propuso un sistema educativo que asegure una educación de calidad para todos. “No nos podemos permitir un índice de fracaso escolar como el que tenemos hoy en España. El mejor capital del que podemos disponer es el capital humano y los nuevos tiempos nos exigen que éste disponga de una alta cualificación y de una alta adaptabilidad”, añadió.

Asimismo, destacó la importancia de la innovación tecnológica y la investigación que deben constituir un esfuerzo permanente de toda la sociedad. “Las políticas de Investigación, Desarrollo e Innovación tienen que ser uno de los ejes vertebrales de todas las políticas públicas y contar con la máxima atención”, aseguró. Respecto a las infraestructuras, destacó la obligación de adelantarnos a la demanda, generando un impulso que se extienda y beneficie a todo el sistema económico.

CHANTAJE DE ETA

En su intervención, Rajoy también se refirió al décimo aniversario del secuestro de Miguel Ángel Blanco. “ETA amenazó al Estado y a los españoles. Nadie aceptó el chantaje, tampoco lo hizo su familia. La vida y la libertad no se negocian y la dignidad del Estado tampoco. Así lo entendieron entonces todos los españoles”, aseguró.

En este sentido, reiteró que “muchos, seguimos pensando que la libertad y la vida no se negocian” y que el Gobierno no puede pactar con una banda terrorista. “Hay quien cree que es mejor mirar para otro lado, hay quien cree incluso que es mejor que algunos nos callemos y hay quien piensa que vale todo. Yo, desde luego, no lo veo así y creo que una nación sin principios es menos nación”, aseguró. Así, señaló que una gran nación se debe fundamentar en valores, principios y convicciones.

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